jueves, 18 de julio de 2013

El castillo ambulante (Howl's Moving Castle)

El castillo ambulante (Howl's Moving Castle)
Hayao Miyazaki
2004

“El fuego de la polvora no tiene ninguna clase” Calcifer

Después del veloz acierto de Abraham Martín
“Ha sido un placer conocerte aunque sea
 la verdura que menos me gusta, cuídate Nabet” Sophie
en la Adivinanza (7) de la pasada semana, como es habitual en @DiployCines hacemos la reseña de la película adivinada. La película que elegimos para que algún curioso tratara de adivinarla fue El castillo ambulante. Esta película es una de las  últimas obras del maestro de la animación de los últimos tiempos. He de decir que esta semana he hecho mi particular ciclo de Hayao Miyazaki. He podido ver películas como Porco Rosso, Mi vecino Totoro, Nausicaä del valle del viento… Además de otras que ya había visto antes como por ejemplo El viaje de Chihiro o La princesa Mononoke. A decir verdad, no pensaba que nadie pudiera acertar el tema escogido con tanta celeridad, pero ahora que conozco más sobre este director y su músico fetiche, he de decir que no me parece excesivamente complicado al menos reconocer a Joe Hisaishi, aunque sí la película concreta. Con ello no pretendo desprestigiar a nuestro séptimo miembro del Hall de la Fama, ni mucho menos, como ya dijimos en otras adivinanzas ninguno de los miembros de @DiployCines conoce la respuesta de la adivinanza propuesta por cualquier compañero, por lo que podría participar sin ningún problema. Y como pueden comprobar no estamos ninguno de nosotros nombrados en nuestra particular lista de héroes. Así está el nivel de nuestros seguidores.


El castillo ambulante es una adaptación de Hayao Miyazaki del libro homónimo de la autora británica Diana Wynne Jones, publicada por primera vez en 1986. (El libro no me lo he leído) La temática principal de la película es habitual en la literatura; el amor, la juventud, el destino... A través de Sophie, una chica de 19 años insegura y cree estar destinada al fracaso, es por ello que sufre una maldición y se vuelve una anciana. Para intentar librarse de tal maldición acude al mago Howl que vive en un castillo ambulante, él si se considera dueño de su destino. Dentro de ese castillo convivirá con muchos personajes cargados de fantasía e imaginación.

Ambientado en un contexto lleno de magia, color y fantasía se mezclan temas que contrastan como la codicia y la ambición a través de las guerras y tiranía. La película me parece muy buena, aunque lejos de las mejores obras de Hayao Miyazaki, aunque bastante superior al otro cine de animación que llena las pantallas. Y es que este gran director consigue hacer un cine de animación para todos los públicos, no defraudan ni a grandes ni a pequeños y es que la americana ha tenido unos cuantos años en las que sus películas sólo eran para la mitad de menor edad del público.

“Al menos algo bueno de ser vieja 
es que no tengo miedo de nadie” Sophie
Miyazaki consigue adaptar un libro que sin habérmelo leído se puede intuir que posee una trama muy enrevesada, algo que también refleja la película y la convierte en una historia complicada, con muchos personajes en marcos difíciles de entender. Este es el punto flaco que veo a esta obra, hay muchas cosas que quedan en el aire, o que no entiendo del todo bien, como por ejemplo saber algo más de la guerra, de Suliman, de la Bruja del Páramo, el príncipe del país vecino…Puede ser que Hayao Miyazaki haya intentado meter demasiados temas y no termina de dejarlos claros. Además el final resulta, a mi modo de ver, muy precipitado.

Sin embargo, la película te sumerge en el mundo de magia ambientado en una especie de siglo XIX con cierto romanticismo, los personajes te acogen en su mundo así como es acogida Sophie en el castillo de Howl, y este colorido junto con la banda sonora a cargo de Joe Hisaishi olvidan en cierto modo el posible problema de la compleja trama. Es aquí cuando surge una teoría que podría resolver las posibles incoherencias de la historia. El ambiente creado por Miyazaki parece auténticamente un sueño, y como todo sueño carece de coherencia, no hace falta más que dejarse llevar por Sophie y sus amigos e ignorar cualquier parte de la historia que no quede perfectamente atada. Limitarse a disfrutar, así me la tomé yo. Dejar correr la imaginación, disfrutar de la puerta que lleva a distintos lugares, con el espantapájaros de amable fondo, Cálcifer el motor del castillo… Un largo etcétera de fantasía y poesía dentro de la mejor animación de la mano del maestro Miyazaki.

Joe Hisaishi y Hayao Miyazaki hacen una pareja a la que debemos dar las gracias por estas obras de arte. Joe ha sido el encargado de hacer las bandas sonoras de las películas dirigidas por Miyazaki dentro del llamado Studio Ghibli (Princesa Mononoke o El viaje de Chihiro).

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